HOY OS COMPARTIMOS ESTE INTERESANTISIMO ARTÍCULO DEL XL SEMANAL
El profesor de Ciencia Computacional Cal Newport propone una limpieza digital de 30 días para cortar la dependencia al móvil. La hemos adaptado a una semana. Se trata de una toma de contacto con dos objetivos. Uno: entender los principios que utiliza Silicon Valley para secuestrar nuestra atención. Dos: ejercicios para poner orden en nuestros móviles y recuperar así el control de nuestras vidas. Por Carlos Manuel Sánchez/ Ilustración: Mekakushi / Fotos: Adobe Stock.
LUNES
PRINCIPIO
→ Eliminar el esfuerzo positivo
Los científicos saben que las recompensas recibidas a intervalos impredecibles resultan extraordinariamente atractivas. El factor sorpresa hace que el cerebro segregue más dopamina, la ‘hormona de la felicidad’. Lo demostró el psicólogo Michael Zeiler con palomas en 1971. Zeiler recompensaba a las aves con comida si picoteaban un botón. Pues bien, cuando el botón solo funcionaba a veces, es decir, cuando la recompensa no estaba garantizada, lo pulsaban mucho más. Esta misma conducta se replica en los botones de feedback de las redes sociales desde que Facebook introdujo el icono de ‘Me gusta’ en 2007.
Tristan Harris, antiguo filósofo de producto de Google, recomienda configurar la pantalla en blanco y negro para hacer el móvil más anodino
El sistema es tan adictivo como un juego de casino. Los usuarios ‘apuestan’ cada vez que cuelgan algo. ¿Conseguirá ‘Me gusta’ (o corazones o retuits) o no? Lo primero da lugar a lo que en Facebook llaman ‘destellos de pseudoplacer’; mientras que lo segundo logra que nos sintamos mal.
EJERCICIO
→ Apague las notificaciones del móvil
Se trata de cortar el bucle de publicar algo y comprobar las reacciones. Tristan Harris, que fuera filósofo de producto de Google, también recomienda configurar la pantalla en blanco y negro para hacer el móvil más anodino. Harris cuenta que sus colegas de Google estaban enganchados a las chocolatinas de la máquina expendedora. Se redujo el consumo cambiando su llamativo envoltorio por una funda gris.
MARTES
PRINCIPIO
→ La aprobación de la tribu
«Somos seres sociales y nunca podemos ignorar por completo lo que los demás piensan de nosotros», explica el psicólogo Adam Alter. El deseo de aceptación social es una conducta adaptativa. En el Paleolítico, la supervivencia dependía de ello. En el siglo XXI, las empresas tecnológicas se han aprovechado de esta necesidad profunda para crear adicciones que les proporcionan enormes beneficios económicos. Esta vulnerabilidad de nuestra psique también explica la necesidad universal de responder a los mensajes incluso en situaciones inoportunas o peligrosas, por ejemplo, al volante. El cerebro equipara no responder a despreciar a un miembro de la tribu junto a la hoguera comunitaria. La falta de conexión social no solo causa angustia, sino que dispara los mismos circuitos que el dolor físico.
EJERCICIO
→ Aprenda a ser menos accesible
No le vamos a pedir que salga a la calle sin su móvil (aunque no estaría mal). O que lo cambie unos días por ese Nokia 130 u otra reliquia que guarda en un cajón y que solo sirve para llamar y recibir llamadas. Pero sí que ponga el modo avión durante unas horas al día. Avise a sus contactos diciéndoles que en esa franja horaria no estará accesible.
MIÉRCOLES
PRINCIPIO
→ La curva de rendimiento decreciente
Este concepto económico dice que invertir más recursos en un proceso no mejora indefinidamente la productividad; al final alcanzaremos un límite y recibiremos cada vez menos beneficios. La ley de rendimientos decrecientes puede aplicarse a las distintas maneras en que usamos las nuevas tecnologías para crear valor en nuestras vidas. En resumen, es más importante optimizar unas pocas aplicaciones que amontonar muchas. Menos es más.
EJERCICIO
→ Prescinda de aplicaciones
Empiece por herramientas de productividad parecidas… Saque un papel y anote las aplicaciones antes de desinstalarlas. El domingo volverá sobre esa lista y reinstalará las que le sean útiles. Si sigue plataformas de noticias, practique el slow media, un movimiento que sigue la estela del slow food (que promueve el consumo de alimentos locales y cocina tradicional como alternativa a la comida rápida). En una era en la que la economía de la atención digital nos inunda de ciberanzuelos, consuma solo las fuentes de mayor calidad.
JUEVES
PRINCIPIO
→ El secreto de los amish
Muchos piensan que este grupo religioso se niega a adoptar cualquier herramienta tecnológica inventada después del siglo XVIII. Pero no es así. En los últimos años, los amish han sido muy estudiados, entre otros, por el etnógrafo Kevin Kelly, fundador de la revista Wired. «La vida de los amish no es antitecnológica. De hecho, son hackers y mecánicos ingeniosos, y unos convencidos de la filosofía ‘hágalo usted mismo’. Pero huyen del consumo impulsivo. Cuando aparece una nueva tecnología, en cada comunidad suele haber un manitas que solicita permiso al obispo para probarla. Por lo general, el obispo accede. Entonces, toda la comunidad observa a este primer usuario. Si se considera que el impacto es más negativo que positivo en relación con los valores que más les importan, la tecnología se prohíbe. En caso contrario, se acepta. Esta decisión deliberada les da una sensación de autonomía y control sobre sus propias vidas».
EJERCICIO
→ Arregle algo con las manos
Monte una estantería, aprenda a tocar la guitarra… Una buena manera de recuperar la capacidad de concentración es tener las manos ocupadas. Como especie, hemos evolucionado en cuanto seres que manipulan el mundo. «Aprendimos a pensar usando las manos», explica el artesano Gary Rogowski. Pero hoy percibimos la realidad a través de pantallas. Y el sentido del tacto se limita a tocar esas pantallas con el dedo. Esto crea un desequilibrio entre conocimiento y experiencia. La actividad manual nos devuelve la sintonía con el mundo físico.
VIERNES
PRINCIPIO
→ La prevención de la sobredosis
Los epidemiólogos han constatado que una forma sencilla y eficaz de reducir accidentes y suicidios es no poner fácil el acceso a métodos letales. Cuenta el matemático Adam Kucharski que, en 1998, el Reino Unido pasó de vender paracetamol en botellas a venderlo en cajas de blísteres de 32 pastillas.
En los diez años posteriores a la introducción de estas cajas, las muertes por sobredosis de paracetamol se redujeron en un 40 por ciento. «El esfuerzo extra derivado de extraer las pastillas de los blísteres pareció evitar que la gente tomase demasiadas», concluye.
EJERCICIO
→ Póngaselo (un poco más) difícil
Ha llegado el turno de las redes sociales. Elimínelas del móvil. No tiene que renunciar a ellas, solo dejar de usarlas sobre la marcha.
Si elimina el acceso fácil, reduce su capacidad para convertirse en muletas con las que distraerse en los tiempos muertos. Puede seguir usándolas en el ordenador o la tableta. El acceso mediante un explorador no es tan cómodo. Y usted pone sus condiciones. En cuanto a los juegos, raciónelos. Y si es consumidor de servicios de streaming, tipo Netflix, no se dé atracones.
SÁBADO
PRINCIPIO
→ Conectar no es conversar
Sherry Turkle –investigadora del MIT– distingue entre la conexión, término que se refiere a las interacciones de baja calidad que definen nuestras vidas sociales en línea, y la conversación, que alude a comunicación mucho más rica que define los encuentros entre personas en el mundo real. «La conversación cara a cara es lo más humano (y lo que más humaniza) que hacemos. Estamos plenamente presentes para el otro y aprendemos a escuchar. Es ahí donde desarrollamos la capacidad de empatía. Y donde experimentamos la alegría de ser escuchados y comprendidos», afirma. Para los minimalistas digitales, la conversación es la única forma de interacción que importa.
EJERCICIO
→ Condense los mensajes de texto
Hoy le toca a los servicios de mensajería, del tipo WhatsApp. Reivindique la soberanía de la amistad. Ser amigo no significa estar de guardia, pegado al teléfono y listo para prestar atención en línea. Los mensajes de texto o voz no son lo suficientemente ricos para satisfacer el anhelo de conversación real que tiene nuestro cerebro. La paradoja es que, cuan-tos más mensajes nos enviamos, menos necesaria parece la conversación real.
DOMINGO
PRINCIPIO
→ Resistencia de la atención
Aunque esta limpieza digital ha sido muy gradual, es probable que haya experimentado algunos síntomas que cuadran con un síndrome de abstinencia. Es normal. Cal Newport recomienda un detox mucho más radical y que dure al menos un mes, aunque reconoce que las deserciones son habituales. Hoy puede dar un largo paseo. Aunque lleve el móvil en el bolsillo (para una emergencia), no lo saque ni haga fotos o vídeos para colgar en Instagram, ni siquiera se ponga auriculares. Si se pierde, pregunte. Una caminata a solas es una manera de recuperar la conversación con uno mismo, de la que la sociedad actual huye, sin tener que reaccionar a contenidos creados por otros.
EJERCICIO
→ Reinstale las aplicaciones que (de verdad) necesita
El cribado tecnológico pretende incorporar nuevamente la tecnología que añade valor a su vida. Y la que le hace las cosas más fáciles. Por ejemplo, si por su trabajo hace visitas a domicilio, no renuncie a Google Maps. Limite sus redes a familiares y amigos. No más de 150 contactos, que es el número de Dunbar, el límite teórico de la cantidad de personas con las que un ser humano se puede relacionar plenamente. Con estos ejercicios liberará un mínimo de cinco horas semanales. Puede emplearlas en incrementar su productividad laboral o en ocio de calidad, depende de usted.